Te sorprendería saber que algunos agentes inmobiliarios exitosos llevan un pequeño kit de home staging con aromas sutiles para crear una experiencia sensorial positiva durante las visitas. No se trata de “perfumar”, sino de ambientar: una primera impresión agradable que predispone mejor al comprador.
Porque el olfato es memoria y emoción; un ambiente cuidado se percibe como mejor mantenido y más habitable:
Un aroma correcto no vende por sí solo, pero ayuda a que el inmueble comunique su mejor versión.
Llegas a mostrar un departamento vacío. Antes de la cita, colocas un difusor discreto con cítricos suaves en sala y un toque de lavanda en recámara principal. El cliente entra, respira y comenta: “Se siente muy fresco”. Recorre más tiempo, hace preguntas y visualiza su vida ahí. El inmueble no cambió; la percepción sí.
Checklist práctico para agentes y promotores:
Tip extra: combina aroma con orden visual (superficies despejadas), luz natural y una playlist suave para cerrar el círculo sensorial.
El home staging sensorial no sustituye precio ni ubicación, pero potencia la percepción de valor y hace que la propiedad se recuerde mejor.
Si comercializas inmuebles, prueba un protocolo de aromas sutiles y mide su impacto (tiempo de visita, consultas, segundas citas).
Si eres comprador, fíjate en cómo te hace sentir el espacio: esa emoción suele anticipar una buena decisión.